COMO GESTIONAR NUESTRAS EMOCIONES Y MALOS MOMENTOS

Saludos, esta es la respuesta a una pregunta que se me hizo en el foro, sobre como COMO GESTIONAR NUESTRAS EMOCIONES Y MALOS MOMENTOS

En referencia a tu duda, claro que aun con mi nivel evolutivo y mis conocimientos sobre inteligencia emocional tengo MOMENTOS MALOS, destaco lo de momentos porque si es cierto que, desde hace ya algún tiempo, esos momentos “malos” no me suelen duran más de unas horas/minutos, y ¿cómo se consigue?

Veamos, obviamente estoy muy lejos de conseguir alcanzar el nirvana, y de estar en un estado de vacuidad tal, en el que nada me afecte, pero en mi caso hay varias estrategias que me funcionan muy bien.

La más útil e importante es mirar las cosas desde un prisma en el que todo es perecedero, en el que todo fluye, en el que nada dura eternamente y que la vida es tan efímera y nuestra existencia tan insignificante que de nada sirve preocuparse por ciertos aspectos nimios que nos acontecen día a día.

En mi caso tengo una referencia de un suceso determinado, no diré si el suceso fue positivo o negativo, pues como bien he repetido muchas veces, nada es positivo ni negativo per se, lo importante es lo que te aporte ese suceso. Obvio tampoco diré el suceso, pues además de ser algo personal, mi suceso no le puede servir a otra persona como referencia.

Pues bien cojo como referencia ese momento, y si algo en mi día a día puede perturbar aunque solo sea ligeramente mi equilibrio, lo comparo con aquel suceso…hasta ahora nada en mi vida ha sido tan importante como aquello, por lo que en las comparaciones, siempre llego a la misma conclusión, que no es otra que en comparación a aquello, esto que me pueda estar sucediendo ahora no tiene importancia alguna pues está muy lejos de parecerse a aquel acontecimiento….esa actitud consigue de forma inmediata que lo que me esté sucediendo no me altere en absoluto.

Como es algo que llevo practicando ya un tiempo, mi mente ha creado ya el hábito de ser pro-activa de forma instintiva ante los acontecimientos y por ende en la mayoría de ocasiones no tengo que hacerlo conscientemente, pues en mi mente digamos que se ha creado un “resorte” en el que cuando algo sucede, mi inconsciente lo compara, lo analiza y me dispone de inmediato en la actitud adecuada.

Pero ¿qué hacía antes de tener esta estrategia que ahora uso, o que puede hacer alguien que no tenga ningún suceso de esas características?

Un método que yo recomiendo es el de ser conscientes de lo que estas sintiendo, como siempre os he insistido e insisto en mis cursos de coach, hasta la desesperación de mis alumnos, es en el de desarrollar una inteligencia emocional muy por encima de la media. A mi entender la inteligencia académica es importante obvio, pero más lo es la emocional…recordemos que uno de los primeros en hablar de este tipo de inteligencia de forma seria y documentada fue “Daniel Goleman” en su libro “inteligencia emocional”….aconsejo no solo leerlo, si no estudiarlo e interiorizarlo…..pero resumiendo un poco para los más perezosos, viene a decir que hay que ser conscientes de lo que nos sucede realmente, eso es que a veces creemos estar enfadados con alguien por X circunstancia, cuando la realidad es que estamos frustrados por algo interno nuestro, otras veces proyectamos ira sobre algún echo en concreto, cuando la realidad es que lo que sentimos es envidia e impotencia por no vernos capaces de alcanzar lo mismo que otros…a veces nos creemos tristes o melancólicos, cuando la realidad es que solo estamos cansados.

Quiero decir con todo esto, que hay que ser capaces de identificar correctamente lo que sentimos, pues solo identificando la realidad de nuestras emociones podremos usar las herramientas correctas para solucionarlo rápida y eficazmente.

El error que cometen muchas personas es no saber que les sucede. Y ya no solo en lo negativo, tampoco en lo positivo…una cosa que he aprendido desde que mi campo de acción profesional se ha extendido a Latinoamérica, es a preguntar ¿cómo estás? Y a dar una respuesta “real” …recuerdo que las primeras veces que hablaba con alguien del otro hemisferio, cuando descolgaba el teléfono, esta persona sin conocerme me decía:

– ¿Javi?, hola soy X, ¿cómo estás?

Yo, por mi educación española, me preguntaba a mí mismo, ¿porque me pregunta como estoy si no me conoce? con los meses comprendí que esto era de suma importancia y mi respuesta más, ahora cuando alguien me pregunta como estoy, no solo me conformo con decirle bien o muy bien, pues ninguna de estas dos respuestas identifican un sentimiento…ahora digo como estoy de verdad, y lo normal es que diga ¡¡¡ contento!!!

Al decir que estas contento generas el otro dos posibles reacciones, o que también se ponga contento o que le “joda” que lo estés…pero ambas me son satisfactorias porque en ambos casos la persona me preguntara el motivo por el que estoy contento y siempre me viene a la mente un motivo por el que estarlo ( si te preguntan como a mí, 20 veces como estas, y en cada una de esas veces digo un motivo distinto y real, pues fíjate lo que eso supone para mi autoestima y positividad)….así que en la actualidad, 8 o 9 años más tarde, cuando alguien me llama, siempre o casi siempre, sobre todo si son latinos ( los españoles aun no entienden esto muy bien y se creen que les tomo el pelo o que estoy de broma) les pregunto antes que nada, ¿ cómo estás?

Así pues, mi querido amigo… ¿cómo estás?

Bien pues ya tenemos dos estrategias, la primera es la comparación con un hecho de suma importancia, y la segunda identificar tus emociones….

En ambos casos se necesitan recursos, en uno el acontecimiento y en el otro la inteligencia emocional adecuada. En ambos casos no hay porque nacer con estos recursos, ni siquiera tener de verdad una experiencia X, la experiencia se puede provocar con algunos ejercicios que enseño a los alumnos de mis cursos que los necesitan, y en el caso de la inteligencia emocional, pues también se puede desarrollar…

Pero vamos a otro para terminar, hay muchos más, pero creo que lo estoy haciendo muy extenso, este es más sencillo y me habéis leído muchas veces comentarlo, y es el de trasladar un pensamiento, emoción o sensación al plano físico.

Para ponernos en situación, hay que reconocer primero que somos animales, y no, no los más inteligentes, ni más fuertes, ni más casi nada, jejeje…por lo que partiendo de la premisa de que somos animales y que nuestro cerebro reptiliano o primario todavía juega un papel vital en nuestro día a día, a veces, tratarnos como tal, es interesante.

Me voy a comparar con mi mascota, y recordar para los que piensen que es una comparación algo peyorativa, que a coli (es como se llama) lo amo, y no poco, incluso más que muchos seres humanos. Pues bien coli, como todos los perros cuando era pequeño pues se orinaba en casa, ahora ya no lo hace, la verdad es que solo lo hizo unas pocas veces, y no porque yo fuera un gran maestro si no porque él es un gran alumno jeje… la forma de enseñarle a que eso no era un comportamiento adecuado en mi casa era sencillo, si lo sorprendía orinando le reñía, o incluso le daba unos ligeros azotes, que más que daño, le asustaban….y cuando orinaba en la calle en el sitio que yo quería le daba una refuerzo positivo en forma de comida, o simplemente de abrazos, caricias o palabras cariñosas….

Pues bien, los seres humanos podemos usar la misma técnica, esto es cuando estemos en un “ mal” momento, o estemos teniendo un “mal” pensamiento, ese sufrimiento que os provoca trasladarlo al plano físico, las formas en las que podéis hacerlo son muy diversas y lo suyo es que las personalicéis, ya hemos hablado de esto en el foro, la mía era “metiéndome” la uña de mi dedo índice en la raíz del dedo pulgar de la misma mano, otros han comentado que se muerden, otros que se golpeaban con una goma que llevan en la muñeca, lo importante no es el cómo, lo importante es el CUANDO, al igual que con coli, era de vital importancia que tanto el refuerzo negativo como el positivo lo hiciera JUSTO EN EL MOMENTO EN EL QUE SE PRODUCÍA EL ECHO EN SI MISMO, NI MAS TARDE NI MUCHO MENOS ANTES, en los humanos sucede lo mismo, de nada sirve que te “auto flageles” a posteriori y tampoco antes, hay que hacerlo JUSTO CUANDO SE PRODUCE EL ECHO, a medida que vayáis practicando este “ejercicio” vuestra mente primaria o reptiliano, será pro-activa, y sin daros ni cuenta, de forma inconsciente dejareis de tener esos malos hábitos porque habréis llegado a interiorizar o a relacionar, mal pensamiento o mala acción, con dolor…¡¡¡y a nadie le gusta sufrir de normal!!!

Como digo esto son solo 3 herramientas muy útiles de las muchas más que hay, pero déjame aclararle a la gente el porqué de la importancia de todo esto, y porque es vital que consigáis ese equilibrio emocional perfecto o casi…y para ello me voy a trasladar a los indios americanos y a un objeto que ellos usaban, solo lo hago para escenificar la importancia de lo que argumento más arriba, no porque este objeto en sí mismo sirva para el cometido de tu pregunta.

Me refiero lógicamente a los “atrapa-sueños”, en la tradición Ojibwa, se creía que un atrapa sueños filtraba los sueños de las personas, de manera que los “buenos sueños” sutiles en esencia, pasaban por el centro hacia la persona que duerme mientras que los “malos sueños” más densos y pesados, eran capturados por la malla.

Si extrapolamos esta tradición a la metafísica y a estudios más científicos, sabemos hoy en día que un pensamiento positivo es algo sutil, que convierte al poseedor de los mismos en un ser más liviano, no hablo del peso corporal lógicamente, si no de su estado mental…mientras que un pensamiento negativo, es algo denso y pesado, que se convierte en una carga para quien lo tiene y lo lleva a “rastras” durante un tiempo….por ende, es de vital importancia, que nuestros pensamientos sean SIEMPRE, positivos, y aunque caigamos, que como tu bien dices todos caemos, nos repongamos rápidamente y convirtamos un hecho a priori negativo, en algo si no positivo, por lo menos no en un problema, sino más bien en un obstáculo a superar….

No quiero terminar este interminable post sin destacar los decretos, como decretos aquí me refiero a esos exabruptos que soltamos cuando algo malo nos sucede, es típico oír cuando alguien tiene por ejemplo calor, repetir una y otra vez ¡¡¡ que calor tengo!!! O cuando tiene frio lo mismo…. ¿acaso la repetición de esta queja va a hacer que deje de tener calor o frio…? Más bien lo contrario…o cuando alguien se da un golpe con el pico de una mesa, es normal oírlo mentando a la madre del carpintero que la creo o de quien la puso ahí ¿acaso esto aliviará el dolor, o le hará ser menos torpe por tropezar? Jejeje…para nada, en todos estos casos, el exabrupto lo único que provocara será amplificar el acontecimiento a priori negativo, y darle más importancia, por lo que el golpe nos dolerá más, tendremos más calor o frio, y además quien nos oiga tampoco se sentirá más cómodo por oírnos….

En estos casos, respirar, usar una de las técnicas antes descritas, quitaros o poneros ropa, poneros un gel anti-inflamatorio o lo que sea, y SONREÍR……

Largo ya sé que lo he hecho, pero confío en que al menos no os haya, a los habéis llegado hasta aquí, pesado de leer, y sobre todo espero que estas páginas, os ayuden a cambiar esos malos hábitos…yo os aseguro que, si los ponéis en práctica, marcaran una diferencia muy importante en vuestra vida….

Un abrazo……Javier Sanjuán.

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